Francamente no comparto la política nacional que encabeza la Sedatu, de centralizar, verticalizar y densificar, y mi razonamiento es muy simple. Éstos, como muchos gobiernos federales, estatales, y municipales han decidido seguir la ley del menor esfuerzo que es: HACINAR (R.A.E. Amontonar, acumular, juntar sin orden.) a sus habitantes, para no gastar más en mantenimiento de calles, levantar basura, garantizar seguridad, dar agua, luz, y transporte entre otras cosas, y en cambio emitir el máximo posible de boletas prediales, y un ejemplo de ciudad que hace esto y nadie le quita su primer lugar, es la ciudad de México, quien en contubernio con desarrolladores, densifican y hacinan nuevos edificios "dizque" para una mejor calidad de vida, pero ni mantienen calles, ni levantan bien la basura, no dan seguridad, y cortan el agua y la luz cada rato cobrándola muy cara. El transporte que ofrece la ciudad de México es mediocre, desorganizado y sin pies ni cabeza. Y por lo mismo, se deduce que como todo negocio que se ofrece a la gente, cuando su servicio es malo y caro, simplemente hay que dejar de comprarle a esa empresa. Por eso yo dejé de comprar hace unos años los servicios de esta empresa llamada "Ciudad de México".
Si tengo que comprar cada año mi derecho de permanecer en mi propiedad con un predial muy alto, con un agua cara que apenas sirve para bañarse, con un servicio de energía eléctrica que cuesta una fortuna cada vez que me paso de ciertos watts, que tengo que salir de mi casa en estado de alerta constante por los asaltos o raptos, que no me puedo trasladar eficazmente ni en mi auto ni en transporte público, pues en el primero dependo de usar mucho tiempo para llegar a donde quiero, y el segundo debo ir como sardina cuidándome la cartera, y como sea mientras hago todo lo descrito debo estar respirando un aire sumamente contaminado, entonces la pregunta que resta es ¿Por qué tanta gente paga por los pésimos servicios de esta empresa? Ojalá pudiera ser clausurada por la Profeco. Muy sencillo... la respuesta es que la gente tiene la carnada en la boca de que todo está cerca, de que ahí están los negocios, de que ahí es el único lugar donde se puede estudiar cierta carrera, y de que ahí está la familia, y yo les digo que todo lo anterior es una falacia ( R.A.E 1. Engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien. 2. Hábito de emplear falsedades en daño ajeno.) ¿Exigirle entonces al gobernador en turno que preste un servicio adecuado? Mejor me pongo a leer una novela de ciencia-ficción. ¿Tener la esperanza de que cuando vayan en el sexto nivel en periférico las cosas se arreglarán? (Van cuatro en San Jerónimo y otros cuatro en el cruce con Constituyentes)... Cada quien sabrá si es el paisaje que sueña tener. Yo prefiero árboles.
A estas alturas (no la del periférico) autoridades y desarrolladores del D.F. ya querrán lanzarse sobre mi yugular, pero anteayer me desayuné con la noticia que corrieron al Director de Desarrollo Urbano del D.F. por posible conflicto de intereses con desarrolladores. ¿Pequeño acto de conciencia, o pondrán a otro más conveniente para los intereses de no sé quién?
Y para entrar en materia, lo anterior confirma una sola cosa, y es que las grandes ciudades hacinadas (Valga el ejemplo puesto como botón de muestra), no sirven para que el habitante viva con calidad, sino solo sirven para generar más utilidad al gobierno en turno y desarrolladores, utilidad que se resta del bolsillo del habitante que ahí vive por acto reflejo, y gastando todo lo que gana para pagar un precio muy alto por m2, sobrevivir y quedar atrapado en ese círculo vicioso de gastar más tiempo y dinero para vivir.
La solución:
Una ciudad satélite es aquella que Gobierno Estatal, Municipal y Desarrolladores desean que exista. Es aquella que retiene a sus habitantes aunque tiene como su nombre lo dice, una órbita (léase dependencia) con mayor o menor gravitación respecto de la ciudad "Madre". Una primera regla para que exista dicha Ciudad Satélite es que las partes deben trabajar en "ponerle" todo lo que se necesita además de casas o depas, como transporte, hospital, escuelas, tiendas, oficinas, cerca de industria, áreas de deporte y recreación, Bomberos, Policía (no corrupta... mmm) etc. y con ello podría calificar lo que hasta el sexenio pasado se les llamaba D.U.I.S es decir Desarrollo Urbano Integral Sustentable (debería ser Sostenible pero en fin) y que por ahora es un recuerdo, pues su sitio en Internet está en franco abandono (http://www.duis.gob.mx) pero en mi punto de vista ha sido uno de los proyectos más visionarios en muchos sexenios.
Una ciudad Satélite debe ser un D.U.I.S. y contener o acercarse a todo lo que ahí se describe en sus videos (cortados por cierto) y de ese modo cada desarrollo de estos generará un beneficio inmediato a la ciudad madre, es decir a la metrópoli que dio origen a esta Ciudad Satélite, o sea que le dará "un respiro" aligerando su hacinamiento y movilidad.
Basta recordar que la idea de una Ciudad Satélite tiene su origen en nuestro país, en la urbanización realizada por el Arq. Mario Pani en el proyecto maestro de 1954 a las afueras del D.F. y que comprendía todo lo que hoy los D.U.I.S. enlistan como condiciones para un desarrollo sostenible. Evidentemente no se cumplió a cabalidad el proyecto original, pero ya en los ´50s, los "Defeños" deseaban una opción suburbana para vivir, y prueba de ello fue que se vendió muy rápido, y a estratos económicos mayores a los planeados. El nombre de este desarrollo era simplemente: "Ciudad Satélite".
Y como decía que estoy cuidando mi yugular de gobiernos y desarrolladores, debo aclarar que una Ciudad Satélite puede resultar un fracaso total si se queda como ciudad dormitorio, pues esto traerá consecuencias fatales a la misma Ciudad Satélite y a la ciudad madre que la dio a luz. Es decir que la Ciudad de México tiene muchas hijas que nunca fueron ciudades satélite como por ejemplo: Tecamac que como municipio en su momento alcanzó la cifra de 300,000 habitantes, ganándose el primer lugar en crecimiento en Latinoamérica y no es más que una enorme y fallida ciudad dormitorio. Huehuetoca ha seguido sus pasos estando más lejos. Ecatepec es casi un peligro para su mamá (el D.F.) aunque ya retiene más a sus habitantes. Ixtapaluca, Zumpango, etc. y otro día sigo con más nombres de "hijas inútiles" del D.F.
Los D.U.I.S. certificados son prueba de que era posible la existencia sostenible de ciudades satélite como los casos de Terralta que con solo 62 Has en Tlaquepaque, Jalisco, puede ser una ciudad satélite de Guadalajara, o el extremo opuesto con una superficie fuera de lo imaginable como Valle San Pedro en Tijuana con 5,869 Has. y para contener a un estimado de 640,000 habitantes resulta ser el proyecto más ambicioso, pero absolutamente fallido al día de hoy en virtud de la quiebra de la desarrolladora, y de Terralta con severos problemas de calidad y servicio al cliente. Creo que la intención fue buena y el resultado muy malo.
Ahora bien... no se necesita ni el permiso ni la certificación de nadie, para hacer las cosas muy bien, sino más aún, con excelencia a toda prueba como es el caso de Zibatá en Querétaro. Este desarrollo ganó el año pasado, el premio denominado "International Property Awards" en Londres, como el mejor desarrollo de Latinoamérica. Hoy pocas ciudades que merecen el título de Ciudad Satélite.
Increíblemente considero a Zibatá como un ejemplo de Ciudad Satélite, pues su plan maestro contempla casi todos los temas descritos. Sus 1,100 Has no podrán estar listas y funcionando para mañana, pero lo realizado al día de hoy solo puedo sugerir entenderlo visitando el desarrollo. Su madre... Querétaro debe sentirse orgullosa de su hija. Faltan algunos temas por resolver como transporte, pero en mi punto de vista si consideramos que todo lo existente apenas tiene 4 años, y que Roma no se construyó en un día, entonces resulta asombroso lo que vemos. La Universidad Anahuac ya está rebasando los 2,500 alumnos.
Ciudad Maderas en el municipio del Marqués en Querétaro, es otra ciudad satélite de cerca de 300 Has. claro ejemplo de visión, empuje y calidad que sus desarrolladores han realizado. No queda un solo lote comercial a la venta. Tiene enfrente y del otro lado de la carretera a los principales parques industriales, y acaba de inaugurarse la primera Universidad Uco-Mondragón dentro de su perímetro. Está en ciernes su parque tecnológico.
Ambas ciudades satélite quedarán insertas dentro de la proximidad de la futura Ciudad de la Salud que acaba de anunciar el gobierno Estatal, y Municipal de Querétaro. Que se cuide Houston una vez terminada, pues sin duda le "bajaremos" cantidad de clientes y Querétaro aumentará su gran multi-vocacionalidad, ahora hacia la del Turismo médico.
En conclusión: No hay que tenerle miedo al desarrollo suburbano es decir a las Ciudades Satélite, las cuales ofrecen sin duda alguna, la mejor calidad de vida a su habitante, y que casos como el D.F. siendo ciudad madre, tendrá que seguir alimentando a sus hijas inútiles, las ciudades dormitorio. Querétaro es en buena medida Ciudad Satélite del D.F. como lo son Cuernavaca, Pachuca, Toluca, Puebla y quizás hasta Morelia. Celaya por ejemplo es una Ciudad Satélite de León y de Querétaro. Irapuato, Salamanca, Silao y la misma capital Guanajuato son ciudades satélite de León. Querétaro tiene todo para retener a sus habitantes y a la vez tener sus propias hijas que son Zibatá y Maderas. ¿Nietas del D.F.? Sí, pero preparadas para no ir a pedirle trabajo a la Abuela.
Si usted querido lector es un habitante exigente y no resignado, piense en la alternativa de vivir en una Ciudad Satélite, ó ¿Quiere vivir todavía en la Ciudad Abuela?
CLAUDIO MÁRQUEZ PASSY
