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CRIPTOMONEDAS VS. BIENES RAÍCES

11 de enero de 2018





—¿Qué están haciendo ustedes muchachos?

—Estamos haciendo lo que me dijiste que hiciera. Vamos a ser ricos.

—¡Oh Dios! Estás acuñando monedas derritiendo el plomo de los tubos de pasta de dientes.

—Así es, estamos haciendo lo que nos dijiste. Estamos haciendo dinero.

Queridos lectores, quizás recuerden el pasaje anterior en el libro de Robert Kiyosaki, "Padre rico, Padre pobre".

Pues bien, al día de hoy, hay infinidad de "niños cibernéticos" que han decidido no usar tubos —viejos— de pasta de dientes, pero sí, el sistema de "blockchain", para fabricar monedas dentro de la Internet, las cuales al estar encriptadas en el ciberespacio, se les conoce desde algunos años como: "criptomonedas".

A la fecha que escribo el presente artículo, hay registradas 1375 monedas de este tipo, de las cuales, usted sólo conocerá su nombre, y eventualmente al intermediario que le recibirá sus pesos, dólares o euros, para cambiarlos por una apuesta invisible y oculta en lo más profundo de la red. Ejemplos son: el Bitcoin, el Ethereum, Tron, Ripple, Litecoin, etc. etc.

Cuando a Warren Buffet le preguntaron su opinión de este fenómeno, dijo: "Ya tengo suficientes problemas con las cosas que conozco algo. ¿Por qué tendría que tomar una posición a largo o corto plazo de algo que no sé nada?

Debo reconocer que soy un profundo "desconocedor" de este asunto, y creo que seguiré siéndolo, pensando como Buffet, pero sin tener las cantidades de dinero —dólares comunes y corrientes—, que él tiene.

Mire usted, un cliente mío vendió hace dos días, un lote de terreno que me había comprado en 1990 en 8,800 dls. y cerró su operación este martes, en $1,900,000 pesos.

Lo anterior, a un tipo de cambio de 19.50 por dólar a la venta, da $97,435.00 DLS, lo cual significa que ganó 11 veces en dólares en 27 años. Su rendimiento fue 41% anual en dólares de los Estados Unidos de Norteamérica. Si usted es economista, o financiero, me podrá señalar que no le desconté la inflación. Cierto, pero aún así, estoy seguro que esta inversión no sólo lo dejó cubierto, sino muy holgado. Pagó 5% de ISR. Nada mal.

¿Qué negocio le da esto, sin que tenga que hacer nada, que no sea pagar el predial cada año, y darle sus "vueltecitas"?

Este cliente, pudo haber construido una casa, hizo algunas fiestas a las que yo acudí alguna vez. Tenía su huerta con varios árboles frutales. Vamos... lo disfrutó mucho, lo tuvo en sus manos. Era tierra, la cual más de una vez se la tuvo que sacar de las uñas.

Si lo tuvo que vender, fue por problemas de salud y financieros, y que ya no podría prestarle más atención. Recuerdo que para comprarlo, lo hizo con monedas de oro, con centenarios que tenía guardados de tiempo atrás. Con moneda verdadera, tangible, y hecha del metal más codiciado que ha descubierto la humanidad. 

Así que, comprar una criptomoneda, me parece que es tanto como cambiar sus pesos o dólares, para comprar un billete de lotería, o boletos numerados para carreras de caballos. Todavía no es una verdadera moneda de cambio para comprar bienes, y mucho menos está respaldada, ni por oro, ni por un país que responda con su banco central por ella. Más bien sospecho que pueda ser una preparación para que todos los bancos centrales de todo el mundo, tarde que temprano migren a un sistema como el descrito, y de este modo, evitarse la fabricación de moneda e impresión de billetes que les resulta muy costosa, además de tener control absoluto de la entrada y salida del dinero de cada habitante-contribuyente-ciudadano-o consumidor. Como usted le quiera llamar.

Quien hoy está haciendo esto, en mi muy reservado punto de vista, está repitiendo errores históricos como pirámides de dinero, las cuales en muchos países están penadas por ser un fraude. O algunos esquemas que les llaman multinivel, pero esconden esquemas piramidales, como alguno que yo estuve involucrado, que si bien vendía artículos domésticos de excelente calidad, paralelamente movían cantidades impresionantes de dinero fuera del fisco, "subiendo y bajando" cursos, conferencias, cassettes, y libros, los cuales dejaban rendimientos inimaginables a aquellos que estaban hasta arriba de la pirámide. "Los de abajo" nunca vimos un centavo, y recuerdo haber movido algunos cientos de cassettes y algunas invitaciones a conferencias. En otra ocasión me invitaron a vender pastillas ahorradoras de gasolina en multinivel. Uf.

El creador del sistema blockchain para estas criptomonedas como Satoshi Nakamoto, en mi punto de vista debe ser un alias, pues nunca ha dado la cara. En Corea del Sur, ya se declaró en quiebra en diciembre 19 de 2017 la empresa Youbit, por haber sido hackeada, y haber perdido 17% de sus activos totales.

Ahora bien, llevando todo lo anteriormente descrito a un lenguaje más sencillo, no entiendo para que arriesgar mis pesos o dólares, por una moneda que no tengo en mis manos, que no puedo ver, y que no hay quien se responsabilice por un hackeo y una eventual desaparición de mi dinero. Entonces: ¿Por qué debo cambiar pesos por bitcoins, y después éstos por dólares o yuanes? 

No hago muy largo el relato, y mejor le platico que tengo un amigo constructor, que no sabe nada de economía y es muy mal administrador, pero siempre me ha dicho una frase que se me ha quedado muy grabada en la mente: ¡No puedo tener dinero en las manos! ¡se me escurre como el agua! Y me consta que cada vez que cobra alguna cantidad, va y compra un terreno, un camión, varilla, etc. etc. Una vez me pidió que yo pagara la gasolina cuando fuimos en su auto a tomar un café, el cual por supuesto, yo invité. Es un caso extremo, pero algo tiene de cierto.

Actualmente hay quien ve románticamente a la criptomoneda como un sueño, donde bancos y gobiernos ya no tendrán injerencia. Creo que esta apreciación está errónea, pues para comprar una moneda cibernética, queda un registro de venta de un peso o un dólar del banco donde sale, y para recuperar ese peso o dólar después de vender el Bitcoin o similar, igualmente quedará registro del banco donde entra. El fisco querrá su parte de cualquier ganancia que quede, igual que si se saca "el gordo", deberá pagar su 20% o 30%. —ni sé cuanto es porque nunca compro "cachitos"—. Cualquier criptomoneda, al intentar suplir la moneda de curso legal, incurre en un delito con relación a la ley monetaria de cualquier país. En China ya se prohibió el Bitcoin. Además, creo que este sistema de monedas invisibles cibernéticas, debe ser muy eficaz para lavar dinero.

Finalmente me viene a la mente, la fiebre de los tulipanes en Holanda en el siglo XVII, donde al parecer hay registros que un bulbo se llegaba a intercambiar por una mansión, o 24 toneladas de trigo. ¿Cómo es posible que una flor, sin olor, sin uso medicinal, y que florea apenas dos a tres semanas al año, hubiera llegado a tales extremos? En 1636 la peste bubónica atacó a Holanda, y por falta de mano de obra razonablemente pagada, se creó un mercado de bulbos a futuro aún no sembrados. Las deudas e hipotecas no se hicieron esperar por la fiebre, la cual ya se ejecutaba en papel, sin que existiera un solo bulbo físico. El 5 de febrero de 1637 se puso a la venta un lote de medio kilo de tulipanes, y no hubo comprador. La burbuja estalló y la economía de Holanda quebró. Hoy, CME Group en Chicago, ya negocia futuros de Bitcoin. Por otro lado, se reportan casos de gente que ha hipotecado y hasta vendido sus casas para comprar estas criptomonedas en la ofuscación de volverse rico, fácil y rápidamente. Ya los veré pidiendo posada. 

Queridos lectores, les platico algo sorprendente y coincidental, —y aunque usted no lo crea— me sucedió los últimos días del año pasado. Intervine en una operación donde dos hermanos de apellido Flores, vendieron un lote en un fraccionamiento en la calle de Tulipanes. ¿No me cree? Cuando nos veamos le enseño las escrituras.

Ya lo he dicho antes. La tierra es buena hasta en las uñas, y por ahora, dejo todas las flores y en especial los tulipanes, en una simple maceta con buena tierra.


CLAUDIO MÁRQUEZ PASSY


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