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DE BIENES RAÍCES, ESTAFAS, TRUMP, Y OTRAS COSAS...

Míércoles 04 de Enero de 2017





Comprar una casa, es el sueño de toda una vida de la mayoría de la gente.

Sin embargo, la ignorancia, combinada con la ciega emoción de adquirirla, coloca a una gran cantidad de individuos, al punto de perder sus ahorros en el proceso, pues el exceso de confianza les hace firmar lo que sea, entregar anticipos, y a veces pagar la totalidad, con el fin de obtener algún descuento considerable.

Cuando dicho individuo "se enfría" y reacciona, se da cuenta que le entregó su dinero a una empresa fantasma o fraudulenta, dando por resultado que su patrimonio queda "evaporado", y con pocas o nulas posibilidades de recuperarlo.

En mis tres décadas como inmobiliario, y una y media más, como el maquetista que más desarrolladores atendió en la ciudad de México, me ha tocado ver de todo.

Recuerdo el caso de los hermanos Molet que tenían un equipo de maquetistas en su oficina ---por cierto un par de ellos me los piratearon--- que se daban a la tarea de trabajar a marchas forzadas, para tener varias decenas de maquetas de diferentes desarrollos que se habrían de iniciar, en terrenos donde habían embaucado al propietario, a los cuales le habían entregado unos centavos de anticipo por la compra del mismo, con una cláusula de que podían tomar posesión temporal del inmueble, y así poder "poner la maqueta en la banqueta". Obvio, estos amigos nunca me encargaron una sola maqueta, y si así hubiera sido, creo que a la fecha tendría la cobranza pendiente. Basta googlear los nombres de los hermanos Molet, para que mis lectores puedan seguir comprobando, que en estos temas no escribo novelas.

Así pues, de este modo ilusionaban al futuro comprador, al cual citaban posteriormente en unas elegantes oficinas en el Coyoacán histórico, y con ello, el comprador quedaba "enamorado de un flechazo"; No le quedaría duda alguna de entregar el cheque que le pidieran.

Es por lo anterior que afirmo, ---no firmo--- que el exceso de emoción, sumado a la ignorancia sobre el tema inmobiliario, provoca pérdidas patrimoniales y hasta extravíos mentales. Tuve un caso de una señora conocida, que perdió su equilibrio emocional, y tuvo que ser atendida en una institución. No pudo soportar el golpe patrimonial, pues había quedado arruinada.

Y cuando digo ignorancia, no lo digo en sentido peyorativo, pues yo soy ignorante en medicina, en ingeniería, en astronomía, en derecho, etc. y por ello cuando tengo algún tema de salud, o de leyes, acudo al profesional en cuestión.

Ahora bien, las estafas en el tema inmobiliario han estado, están, y estarán a la orden del día. El asunto es saber si usted que me lee, va a salir ileso, o va a ser víctima de alguna de ellas.

Le platico otra, que fue del dominio público, y que al día de hoy le está costando a nuestro país, o al menos es la causa de origen de nuestras devaluaciones, gasolinazos, y salida de inversiones como la planta de Ford.

Durante 2006 y 2007, el hoy presidente electo de los Estados Unidos, y antes desarrollador inmobiliario, había promovido un desarrollo en Tijuana llamado "Trump Ocean Resort Baja", el cual constaba según el periódico "El País", de 526 departamentos, con precios entre $300,000.00 y $3,000,000.00 de dólares, de los cuales aseguran haber vendido 188 de ellos con valor de $122,000,000 de dólares, en el primer evento promocional; claro, estando de cuerpo presente el magnate inmobiliario. Fue su sola presencia que "infundió confianza" en los compradores de buena fe.

Se habían juntado 32 millones de dólares de "anticipos", y para no hacer "este cuento largo" el proyecto fracasó por la crisis del 2008, y Trump se "desmarcó" del mismo, alegando que alquilaba su imagen y marca a la empresa fantasma con sede en Los Ángeles. La demanda no se hizo esperar, y esta vez lograron que un juez en México sentenciara a favor de los defraudados. Trump no aceptó el fallo y en un tweet dijo textualmente: "Tengo un juicio en México que gané, pero el corrupto sistema me impide cobrar. No hagan negocios con México". Algo recuperaron los compradores, y al parecer quedaron relativamente satisfechos, pero hubo otro que quedó con el asunto en contra... Trump.

¿Será verdad que perdió y mintió a la prensa y a los tuiteros? Difícil saberlo, sin embargo todo esto se hubiera evitado si 188 personas no se hubieran "emocionado tanto", y hubieran investigado a la empresa que se presumía como propietaria del desarrollo. Algo recuperaron, pero estimo que fue más lo que perdieron.

Ahora resulta que un fraude inmobiliario, y para colmo con Trump involucrado directa o indirectamente, le está costando a México el odio del magnate, el cual si 188 personas hubieran tenido la cabeza fría, y eventualmente se hubieran ido a comprar su departamento a otro lado más seguro, hoy no tendríamos este alud de revanchas, que le están costando lo inimaginable a nuestro país, y además en forma exponencial. Como sea, México será presa de un rencor inaudito, al menos, los siguientes cuatro años.

Por todo lo anterior, prefiero echarle la culpa a los compradores ---la causa--- que a Trump ---la consecuencia---. 


CLAUDIO MÁRQUEZ PASSY


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