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El nuevo aeropuerto no es el problema...

Lunes 15 de Septiembre de 2014

Hace 204 años varios "pensadores" culminaron y materializaron una visión que tenían de la tierra que habitaban, y aunque sabían que podía costarles la vida perseguir esas metas, era algo que ya no tenía reversa. La conspiración fue descubierta antes de tiempo, con la Corregidora encerrada a piedra y lodo, pero fue gracias al héroe casi desconocido llamado Ignacio Pérez quien recibió de Doña Josefa el papelito con "el recado" para llevárselo al Cura Hidalgo, que a su vez y por lo mismo, anticipó la fecha planeada para que en una noche como hoy hiciera sonar la campana de la catedral de Dolores, y de ese modo comenzara una nueva Patria. Por cierto... creo que los presidentes en turno deberían añadir en su ceremonia en el balcón de Palacio Nacional, el grito de ¡Viva Ignacio Pérez!

¡No puedo imaginar si a su caballo se le hubiera roto una pata, o a él lo hubieran interceptado y por ello no hubiera llegado a su destino!

Y bueno... ya se estará preguntando Querido Lector, en que se relaciona el nuevo Aeropuerto, con el grito, con Hidalgo, La Corregidora o Ignacio Pérez, y más aún con Nezahualcóyotl, quien fue protagonista central de mi artículo anterior.

Es muy sencillo... esos personajes o más bien héroes, eran grandes visionarios, quienes con sus ideas, fuerza y sangre, nos legaron la tierra que hoy pisamos. Hoy ya no tenemos líderes con esa grandeza, pues todo es negocio inmobiliario o político, y casi siempre ambos.

El día de la presentación del proyecto de este nuevo aeropuerto, me dio pena ajena ver y escuchar el discurso del gobernador del Estado de México diciendo que esta obra traerá gran "plusvalía" (textual) a los terrenos de toda la región... ¿Acaso ya había comprado algunas reservas? Fue nauseabundo ver y escuchar tal desvergüenza. Ni siquiera pudo guardar alguna compostura como servidor público, pues este aeropuerto no debiera pensarse para que haya desarrollos habitacionales, comerciales o industriales a su alrededor, o para que gobernadores, políticos y desarrolladores, se froten las manos y se les caiga la baba públicamente, sino para resolver una demanda real que tiene la megalópolis en materia de aviación desde hace más de 15 años.

Me dio lástima ver la cara de compungido con la mandíbula trabada que tenía el Gobernador del D.F. al aceptar sin conceder, que ya no habría aeropuerto internacional en su territorio, y peor aun saber que va tener que entrarle a realizar infraestructura de conectividad para ir y venir al segundo aeropuerto que tendrá el Estado de México. No se porqué tengo la sensación que las vialidades que se tengan que construir en el D.F. se van a tardar y no van a quedar tan bien...

Y entro en materia: El problema central no es la ubicación del aeropuerto que en si ya resulta una pésima decisión por ocupar sólo con el perímetro del mismo, más de 4,000 hectáreas del lago de Texcoco, (40 km2) equivalente a cinco veces el tamaño del actual, y tirar a la basura nuestras dos terminales que usamos como si fueran producto desechable. Al fin que 3,000 millones de dólares es quitarle un pelo a un gato al presupuesto federal. ¿Será?. Lo anterior supone cubrir de pistas, vialidades y construcciones la tercera parte de toda la cuenca lacustre del lago de Texcoco que es de 12,000 Has.

Y para colmo dicen que la terminal 2 se sigue hundiendo, y necesitan la friolera de mil millones de pesos para unos arreglitos ¿Pues no que ya dominaban el tema del subsuelo?

El problema de fondo es que muchos desarrolladores (no todos) han corrompido en grados casi irreversibles La Arquitectura y El Urbanismo de esta ciudad capital, pues no les interesa construir o más bien dicho reconstruir a la Ciudad de México (entiéndase D.F.) Actualmente la idea es meterle edificios con calzador donde antes había casas, encimar viaductos sobre periféricos, poner metrobuses sobre el metro, fabricar estacionamientos mecánicos verticales de muchos pisos, y construir pisos extras donde está prohibido. Ahora bien, si al lago de Texcoco le queremos ahora llamar Ciudad de México porque ahí estará el Aeropuerto, entonces el otro tema para añadir a los anteriores es hacer aeropuertos encima de zonas lacustres y de reserva ecológica.

La ciudad de México es la colección más aberrante de parches, remedios, remiendos, pegotes, componendas, arreglos, chapuzas, composturas, zurcidos, injertos, verrugas, arrugas, tumores y temores urbanos, léase inundaciones, temblores, manifestaciones, colapsos viales, violencia, hacinamiento, contaminación, etc..

¿Planeación de largo plazo? Esta idea no es negocio.

En mi punto de vista lo primero que hay que resolver es buscar la fórmula de como sacar al Distrito Federal de la Ciudad de México y darle su propio territorio para las funciones que originalmente fue creado, y dejar a esta megalópolis como entidad independiente para que comience a re-pensarse y re-planearse. Ver mi artículo: "La Ciudad Federal" , pues el problema de fondo no es el Nuevo Aeropuerto, sino como ya había comentado, hace más de 15 años que se debió haber iniciado. Su necesidad es inminente . El error garrafal será su ubicación y la ciudad entera lo resentirá tarde que temprano.

Ojalá fuera como el proyecto del aeropuerto de Hong Kong, que con una isla sobre el mar quedara resuelto. Esta zona es una reserva ecológica, con un subsuelo muy complicado e impredecible.

Su ubicación debió haberse decidido en Tizayuca (nunca es tarde para reflexionar) y con ello saber que la gran Ciudad podría contar con tres terminales en tres puntos cardinales diferentes, como cualquier ciudad "civilizada" los tiene, y dejar al Lago de Texcoco como la gran zona que le permite respirar, transpirar, beber y desaguar a la ciudad capital.

Con la decisión de construir el Aeropuerto de esas dimensiones en el lugar propuesto, se mata al gran pulmón y vejiga de la Ciudad de México, para injertarle a propósito un tumor maligno.

Esta nueva ciudad de pájaros de acero, ya es el gran negocio para muchos, y un daño irreversible para la gran ciudad (Hoy todavía D.F.), y con esto termino de redactar mi "papelito" con el recado, para que usted querido lector (Habitante de la Megalópolis) y como lo hiciera el gran Ignacio Pérez, lo lleve a su destinatario.

CLAUDIO MÁRQUEZ PASSY