Extraña noticia con la que me
desayuno el día de hoy...
Querid@ Lector@, si acaso usted
tiene un "guardadito" de cien millones de pesos y es amante de la
historia de nuestro país, no tanto de los bienes raíces, entonces le comunico
que posiblemente pueda ponerse en la fila de compradores interesados en el
Teatro de la República.
Así es... y para evitar los malos
entendidos, no vaya a pensar que yo tengo el encargo de la venta del inmueble,
que si bien no me incomodaría una comisión de 4 o 5 millones de pesos, creo por
absoluta convicción que el Teatro de la República es un inmueble que debe
regresar a ser patrimonio de la nación.
Resulta que en no menos de 25
periódicos se da la noticia de que el predio está en venta, y estoy tratando de
entender que pasa y que podrá suceder con el destino de tan importante recinto
histórico y cultural, el cual vale la pena recordar varias etapas que fueron dándole
la función y forma que hoy tiene, en la siguiente cronología:
A fines del siglo XVI, más de media
manzana donde hoy se encuentra el teatro, fue la alhóndiga de la ciudad donde
por orden real debía existir un lugar para almacenar granos y alimentos, en
caso de una crisis que pudiera sufrir la ciudad.
En 1842 Antonio López de Santa Ana
ordena la venta de la Hacienda de Esperanza cuya propietaria era la benefactora
de la ciudad Doña Josefa Vergara, y que a través del gobernador Julián Juvera
le es vendida a Cayetano Rubio. Si bien se la pagaron, la venta fue forzada, y
hasta aquí parece que nada tiene que ver con lo que hablamos, pero...
A partir de la independencia, todos
los inmuebles de la Nueva España pasan a ser propiedad de los estados y
municipios, no siendo la excepción éste almacén que en 1845 por orden del
gobernador en turno, encarga la construcción de un teatro que la ciudad ya
demandaba. Es hasta el 2 de Mayo de
1852 que el Arquitecto Camilo San Germán ve coronado su esfuerzo y se inaugura
el Gran Teatro Iturbide, que poco después se llamó simplemente Teatro Iturbide.
El dinero para la construcción de este teatro salió de las arcas de la fundación
Josefa Vergara, la cual seguramente por efecto de dicha donación se
convierte en propietaria . Ahora si va tomando forma esta cronología...
En 1854 se estrena en todo el país
el Himno Nacional y la primera vez que se escucha en Querétaro es en este
Teatro. En 1867 se convierte temporalmente durante Mayo y Junio en sala de
consejo de guerra para condenar a muerte a Maximiliano, Miramón y Mejía.
En 1881 el Ayuntamiento de Querétaro
se encuentra en una posición financiera complicada que lo obliga a renunciar a su
cargo de albacea de la fundación Josefa Vergara, por lo que el
gobernador de entonces Francisco González de Cosío publica el decreto 62, en el
periódico oficial "La Sombra de Arteaga" num. 34, Año XIV del 31 de
Diciembre de 1881 y dejando parte de la administración a particulares que eran
3 vocales propietarios y 3 suplentes. Es en este momento que la fundación Josefa
Vergara queda como propietaria absoluta del inmueble, aunque la duda que me
queda es si el estado o municipio se reservaría alguna facultad.
Del 1º Diciembre de 1916 al 31 de
Enero de 1917 sirve de recinto legislativo para redactar la constitución que
hoy nos rige (con unas cuantas modificaciones posteriores...) y el 5 de Febrero
se publica en el Diario Oficial.
En 1922 el jurista y ex -
secretario de Venustiano Carranza, el Lic. José Ma. Trucuchuelo ya siendo gobernador de Querétaro, le cambia el nombre a
"Teatro de la República".
En 1929 se instala la convención que
funda al Partido Nacional Revolucionario mejor conocido hoy como PRI.
En 1992 el entonces gobernador
Enrique Burgos, actualmente Senador por la República, regulariza y consolida la fundación Josefa
Vergara como IAP (institución de asistencia privada) para que pudiera preservar e incrementar el legado que siempre tuvo.
Ahora bien, el cuestionamiento que
me hago y a reserva de investigar con más detenimiento las facultades y responsabilidades
de Estado, Municipio y la Fundación, todo indica y es un hecho que la
propietaria es la fundación, sin embargo creo que el estado y municipio han de conservar
del mismo modo derechos y obligaciones sobre este recinto icónico del Estado de
Querétaro y del país, mismas que deberán ejercer para su total rescate, y de
este modo evitar el eventual riesgo de que un particular pudiera legítimamente
convertirse en nuevo propietario.
Las noticias de hoy, van en el sentido de que el
gobierno estatal, municipal y la federación juntos, deben salir a
"comprar" el Teatro de la República, tema que no debiera quedar a discusión,
y simplemente ver el camino para que la fundación de Doña Josefa Vergara
reciba suficientes fondos para seguir cumpliendo su propósito histórico de
ayudar niños, niñas, ciegos, sordos, con alzheimer y en general a todo aquel
que necesite una ayuda, y por otro lado, que el Teatro de la República siga
siendo patrimonio de todos los mexicanos.