El fin de semana pasado, estaba
callejoneando y paseando en Guanajuato observando la fascinación que le causó a
mi cuñada y sobrinas canadienses, y no digamos a mi hermano que visitaba por
segunda ocasión la ciudad, así como a mi esposa, mi hija, y a un servidor quienes ya perdimos la
cuenta de las ocasiones que hemos podido disfrutarla. Conste que apenas
podíamos caminar por ser fin de semana santa...
Pero hoy me desayuno con la
noticia de que en la CO2MX, perdón en la CDMX o lo que es lo mismo EX - DF
otrora La Gran Tenochtitlan, todos los autos nuevos, seminuevos, viejos etc. no
circularán una vez por semana y un sábado al mes, justo dos semanas después que
había padecido una tragedia llamada en forma light, contingencia ambiental.
Y entonces, producto de las dos
reflexiones anteriores, se me aceleran algunas conclusiones que a continuación
Querid@ lector@ pongo a su consideración.
En primer lugar, cualquiera se me
adelantaría a decirme que estoy comparando peras con manzanas y no tendría más
que darle la razón, pero reservándome algunos temas que precisamente están
dando lugar a este artículo, quiero pensar que el común denominador que NO
tienen la ciudad de Guanajuato y la capital es la movilidad.
En esta liga http://www.tomtom.com/en_gb/trafficindex/list se observa
como el estudio arroja que la hoy mal llamada CDMX (Ver artículo) tiene nada
menos que el primer lugar en tráfico, y no me refiero a Latinoamérica sino en
el mundo. Acaba de sacar el "Premio a la inmovilidad"... donde la gente el día de hoy, tiene que ocupar
59% más de tiempo para su traslado, que si no hubiera congestionamiento en sus
arterias, es decir que ya sufre de arteriosclerosis múltiple y la sangre de su
cuerpo, es decir, la gente ya no puede llegar a su destino en forma normal.
Dejo a los estudiosos de este tema lo que le cuesta a la ciudad traducido en
producto interno bruto que la gente tenga que dejar su vida en el auto, y de
pasada en el inconsciente colectivo.
No quiero imaginar que sea plan
con maña de las armadoras de autos, de Pemex, y de los que les toca
"dizque" dirigir los destinos de la ciudad... No!!! Esto es ser mal
pensado...!!!
Más bien quiero pensar que es
falta de responsabilidad del automovilista de insistir en manejar su auto
dentro de la CO2MX, así haya pagado su verificación, tenencia, impuesto de
autos nuevos, e iva.
Pero el susto de la
"contingencia ambiental de los días 14 a 17 de Marzo le puso los
"pelos de punta" al Gober en turno quien seguramente comenzó a
imaginarse un evento como lo tuvo Londres en 1952, donde no los autos, pero si
las chimeneas, generaron una niebla que del 5 al 9 de diciembre mató a 4000
personas y otras 8,000 murieron posteriormente. Como sea se trataba de humo,
que ahora siete millones de autos no tienen problema para igualarlo y aventarlo
a la atmósfera. Sólo faltó que hubiera más frío para que se creara una
inversión térmica semejante a la de Londres en esa época.
Y para mi docena y media de
lectores que me han seguido, sabrán que un buen día de éstos iré a entrevistar
a Franz Kafka para que yo le platique algunos temas de la ciudad que podrían darle nuevo material para escribir "La Metamorfosis II". Sin
embargo para la curiosidad del que me lee en este momento, me imagino que de los siete millones de autos que hoy medio circulan, habrá un millón de personas que desearán
circular todos los días, e irán a la agencia a comprar otro auto so pretexto que
un auto más en la familia o en la empresa sería más cómodo.
Así que, mi querido Gober en
turno, debo decirle que su medida simplemente NO funcionará pues este programa
implementado hace 25 años ha copado las calles de coches y así seguirá, por lo
que seguramente le seguirá más producción de gasolina para salvar a Pemex de su
quiebra, más venta de autos, más ingresos por verificaciones y de pasada
entraremos al programa de terceros pisos, pues hoy los segundos pisos ya tienen
horas pico que no funcionan. Correción... entrarán al programa de... porque yo
hace siete años que ya no vivo en el EX - DF .
Y entonces ¿Qué propongo?
Muy simple, pero antes me regreso a
Guanajuato y le pido Querid@ lector@ que nos paremos por un momento ya sea
frente al Teatro Juárez o especialmente frente a la Alhóndiga de Granaditas, y
lo que observaremos es una extraña pero eficiente manera de convivencia entre
el auto y la persona.
Resulta que el viernes en la noche tomé el
riesgo de manejar y tuve la suerte de poder dejar el auto en un estacionamiento
frente a la Alhóndiga. El proceso fue teóricamente sencillo, pero de que
llegamos a la puerta a que salimos del estacionamiento, pasaron casi 15
minutos. De ahí nos fuimos a "callejonear" y este verbo pocas
ciudades pueden tener el privilegio de usarlo, pues tiene encerrados muchos
valores donde el principal es aquel que nos dice que la calle es de la gente y
no del auto. Esta ciudad cuenta con 3,200 callejones registrados donde en la mayoría de ellos no puede circular ni una bicicleta. Su
aparente caos y desorden del trazo urbano es lo que le da su genial belleza y atractivo.
No hay semáforos.
Al día siguiente dejamos el auto en
el hotel, pues pasó la camioneta de turismo para llevarnos por toda la ciudad.
Hasta las dos de la tarde que duró el "Tour" todo iba perfecto pues
estos vehículos tienen una destreza para ir de un sitio al otro y saber en que
lugar estacionan el vehículo, mientras nosotros visitamos ya sea la mina, el
Pípila o lo que sea, lo sorprendente es que quedan en lugares que nunca
hubiera imaginado que podrían estacionarse. Pero el problema surgió cuando
quisimos quedarnos a comer y seguir "caminando" las calles de la
ciudad, pues en el momento que decidimos regresarnos al hotel, la camioneta ya
se había ido, y tardamos casi media hora en que un taxi colectivo vacío se
apiadó de nosotros. No hay Uber y no es anuncio.
En Guanajuato caminar es muy
fácil, manejar es notoriamente más difícil.
La ciudad tiene tres avenidas
principales que eran parte del río y ahora son los paseos más fotogénicos que
compiten con las más hermosas ciudades del mundo, por sus puentes, arcos,
túneles, y balcones de piedra madera y hierros forjados. No obstante lo
anterior tiene 22 Km de túneles adicionales e invisibles a vista de pájaro,
donde el auto podrá hacer de las suyas, sufriendo de oscuridad y lentitud para
el que se atreva y decida manejar en Guanajuato. Por eso no muchos manejan esta
ciudad, y asombrosamente los autos que quedan se mueven algo lentos pero muy
bien. Guanajuato es una ciudad que se ha formado producto de sus tragedias y
caos, resultando en un ejemplo para el resto del mundo.
En conclusión... una ciudad que es
para el auto y no es para la gente, no es ciudad, y si me preguntan que es, por
el momento no tengo la respuesta, pero ya estoy tratando de diseñar una palabra
o acepción que le corresponda y la describa con exactitud.
No quiero decir que no deba haber
autos en las ciudades, pero en lo personal y en mi última estancia de fin de
año en el EX - DF , llegué en autobús, y en taxi me fui a mi destino, y del
mismo modo nos regresamos mi esposa y yo siendo dueños de dos autos en
Querétaro.
Creo que el gobierno anterior del
DF debió darme un cheque-bono por dejar de expirar poco más de un kilo diario
de CO2 de mis pulmones a la ciudad, lo que significa que entre mi esposa y yo
hemos dejado de emitir 5,000 kilos del monóxido de carbono en 7 años, eso sin
contar lo que hemos dejado de consumir del precioso aire que le queda a la
ciudad, y sin calcular lo que dejamos de emitir con nuestros dos autos y el
boiler de gas LP.
Concluyo...
Mi ciudad natal sufre... y cada
día sufre más por la visión tan larga como el tamaño de la nariz de los que la
han dirigido y la dirigen actualmente. Llevo siete años observando que pasa con
ella, y no ha habido un solo día que pueda decir que su gráfica es ascendente.
Es triste pero real y mi
sugerencia al hoy Mexiqueño o Capitalino que desee ayudarle a la ciudad que lo
vio nacer, y se desee ayudar a sí mismo, es que se mude a otra parte del país,
o compita para la gubernatura como independiente para que cuando tome las
riendas, no siga quitando días de poder circular, sino evitando dar una placa
más para que nadie compre una auto más, sino que tuviera que vender su auto en
otra parte del país y usar sus mismas placas en su auto nuevo, y al que venga
de fuera, que le haga como yo... autobús, taxi y eventualmente bici, quedando
como opciones el metro y metrobus.
Querid@ lector@, ojalá y recuerde
este párrafo: Si hoy no circula su auto nuevo recién sacado de agencia, me pregunto si el día de mañana podrá
usted seguir circulando o caminando en la Ciudad de México.